martes, febrero 07, 2012

Hablo como médico…, nos siguen juzgando sin tener ni la más mínima noción de las condiciones infrahumanas en que trabajamos…,

Esto dice la  Dra. Alemán Matías, otro médico cubano que reacciona a la nota que aparece en la sección de cartas del libelo Granma. Parece una reacción desproporcionada a una nota de un familiar de un paciente que fue a un Policlínico de La Habana, esto dice Alemán Matías:

El viernes 4 de noviembre de 2011 se publicó otra carta de las muchas que ya se han hecho costumbre publicar, criticando constantemente al personal médico que todavía tiene la dignidad de trabajar en el Sistema Nacional de Salud. La carta en este caso se titula “Paciencia de los pacientes”, no habla de las miles de dificultades a las que se enfrentan diariamente los trabajadores de la salud, sino que critica superficialmente y como se ha hecho tradición, de una manera no constructiva. En otras palabras, el médico no tiene derecho a hablar, en medio de todas sus dificultades tiene que permanecer estoico, y no poder comentarle a su compañero de al lado del desayuno que no pudo ingerir esa mañana porque si no se le iba la guagua y no llegaría temprano a atender a ese paciente que después se siente con todo el derecho de criticarlo, y así un sinnúmero de ejemplos de los que podríamos hablar los médicos y que no cabrían en todas las hojas de un periódico. Ese médico si tiene que tener toda la paciencia de sentarse a esperar una guagua, de llegar a la escuela de su hijo y que le digan que no tiene maestra o que no tiene almuerzo, de llegar a comprar el detergente del mes en CUC, moneda en la cual no cobra su salario, y esperar a que la o el dependiente termine de chismear con el de al lado para que se digne a despacharle lo único que iba a comprar.
Paciencia de que vengan a recoger los latones de basura, desbordándose frente a su casa y en cada esquina, los trabajadores de comunales, que de seguro si tienen derecho y tiempo de tener conversaciones amenas para que se les olvide tener limpia de vertederos la ciudad.
Hablo como médico, porque si se lo que es que llegue las diez de la mañana en un salón de operación sin haber podido ni desayunar y tener que decirle a tu compañero de al lado ¡que hambre tengo! Y saber que no existe la merienda y que el almuerzo va a llegar a las 2:00 pm y a esa hora es que se va a poder almorzar aunque sea un bocado de lo que le dan a los médicos y demás trabajadores de este sector. Sin embargo ese galeno sigue ahí en pie, brindándole las mejor de las atenciones a ese paciente que se está operando y que después tiene “todo el derecho de criticar a todos los médicos” que aunque conversando, le brindaron una atención medica de calidad, la cual seguimos teniendo todos los médicos cubanos, y de la que debería sentirse orgulloso todo el pueblo de Cuba, que sin embargo nos sigue juzgando sin tener ni la más mínima noción de las condiciones infrahumanas en que trabajamos y que tanto aportamos a la sociedad.
Y termino con la misma pregunta ¿Debemos acostumbrarnos a esto?
Dra. A. Alemán Matías
Especialista de 1er grado de Anestesiología y Reanimación.

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