jueves, junio 28, 2012

Una carta del chivatiente Manuel David Orrio dirigida al Ministro de Salud cubano porque no encuentra un medicamento.

 ! Lo que hay que ver…, y leer!, aquí tenemos una carta del chivatiente Manuel David Orrio, ¿ lo recuerdan? El mismo que ‘hecho pa’ lante” algunos de los opositores y periodistas independiente durante la primavera negra de Cuba. Pues bien , con su peligrosa y nauseabunda verborrea se dirige al Ministro de Salud Pública de Cuba porque no encuentra un medicamento que utiliza para su enfermedad, esa que hace tiempo le torció las piernas y el alma. La carta no tiene desperdicio y la incluiremos por ‘pedazos’ porque semejante documentos así se descalifica . En la carta hace fuertes acusaciones al sistema de salud cubano.
Primera entrega…, ¡agárrense!.
La Habana, marzo 16 del 2012  “Año 54 de la Revolución”
  A: Dr. Roberto Morales Ojeda
  Ministro de Salud Pública de la República de Cuba
  DE: Manuel David Orrio del Rosario
Periodista del Centro de Información para la Prensa de Cuba,  Ex – Agente Miguel de los Órganos de la Seguridad del Estado ,  Medalla al Valor “Eliseo Reyes” de Primera Clase (otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba, Acuerdo 3570)
ASUNTO: Negativa de la Dirección Provincial de Salud de La Habana a autorizar la importación extraordinaria del medicamento conocido como Nivalín o Galantamina, solicitado para Manuel David Orrio del Rosario por el Comité Médico – Farmacéutico del Hospital Clínico Quirúrgico Comandante Manuel “Piti” Fajardo, a proposición del neurólogo de esa institución, Dr. Carlos Maya Entenza. 
  Se fundamenta el pedido sobre  la Resolución 232 del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP).
  Objetivo: importar el fármaco para combatir en el paciente un Síndrome Post-Poliomielitis (SPP). Productor  y país de origen: Sopharma, Bulgaria.
  Ministro Morales Ojeda: ( foto a la derecha)
  Se dirige a Ud. un periodista revolucionario cubano. Por tanto, no vacilo en difundir esta CARTA ABIERTA en prestigiosos diarios digitales de la izquierda anticapitalista, así como en redes sociales donde una coalición de patriotas defendemos a Cuba de algo cuyo nombre es ciberguerra,
   Ni extorsiono, ni amenazo. Me limito a ser consecuente con las reiteradas exhortaciones hechas a la prensa criolla por el Gral. de Ejército Raúl Castro Ruz, en el sentido de, como dice el cubano de a pie, “combatir lo mal hecho”. Sobre todo porque, más que mi caso, me inspira ese “bien común” cuyo nombre es  compatriotas dolientes.    
  Como ha podido leer en el ASUNTO, se trata de la negativa a realizar una importación extraordinaria de Bromhidrato de Galantamina, comercialmente conocido como Nivalín o Galantamina. Este  fármaco, actualmente producido por la firma búlgara Sopharma, fue creado en sus inicios  para combatir los llamados efectos tardíos de la poliomielitis (Síndrome Post-Polio, según la literatura internacional), el cual he padecido y estoy padeciendo en forma recurrente desde 1988, tras sobrevivir en 1954 a la enfermedad y haber logrado apreciables niveles de rehabilitación física y de integración social. 
   Según se me ha informado, esta importación es viable al amparo de una “misteriosa” Resolución 232 del MINSAP. “Misteriosa”, porque la que aparece como corresponde a Derecho en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, no guarda relación alguna con el tema que se aborda (www.gacetaoficial.cu/pdf/GO_O_045_2005.rar ).
  Sin embargo, decenas de médicos o funcionarios de la Salud Pública hablan y actúan a tenor de la “misteriosa” providencia, lo cual hace pensar que el MINSAP tiene algo parecido a una “contabilidad doble”, como si pretendiera “burlar a un fisco” cuyo nombre es PUEBLO CUBANO.   
  Que conozca, los secretos de Cuba están protegidos legalmente por el Decreto-Ley 191 y sus reglamentos ramales. No puedo entender cómo decenas de personas relacionadas con la atención de salud hablan y deciden a tenor de un instrumento jurídico enajenado al acceso del  periodista o del cubano de a pie ¿Combate así el MINSAP el exceso de “secretismo” al que Raúl Castro ha ordenado pulverizar? A la altura de estas líneas he realizado numerosas gestiones ante funcionarios diversos de la Salud Pública para obtener el texto de la “misteriosa” resolución. Todos la conocen; ninguno dice tenerla.   
  Quede claro: si no me he personado en tales instancias para dar un auténtico “escándalo ciudadano”, o actuar como comunicador acreditado, es porque una fractura de la tibia derecha me obliga a escayola y reposo hogareño.
 Por otro lado, no quiero pensar que sea sutil represalia burocrática la negativa a importar el fármaco, por cuanto fui  de los primeros periodistas cubanos en denunciar ante la opinión pública lo que el corresponsal de BBC en Cuba, Fernando Ravsberg, denominó “el crimen de Mazorra”. Sin dudas, uno de los mayores bochornos de la atención médica criolla.
  Quiero, me estoy obligando a pensar, que tales o cuales  burócratas de la Salud Pública no respetaron  la decisión colectiva del Comité Médico-Farmacéutico del prestigioso Hospital Clínico-Quirúrgico Comandante Manuel “Piti” Fajardo, en donde soy paciente debidamente registrado para la atención de mi salud desde hace años.      
A mis manos llegó el 2 de marzo del corriente, desde el  hospital donde me atiendo, un documento supuestamente enviado por la Dirección Provincial de Salud de La Habana. Fechado al 13 de enero, sin firma, ni cuño o sello  que le respalde, por el cual DEBO INTERPRETAR  que se me niega el derecho a que el MINSAP realice las gestiones correspondientes para adquirir y hacerme llegar el Nivalín en la dosis avalada por los integrantes del citado comité. Advierto: escribo bajo el imperio de la duda metódica, porque semejante providencia merece la mayor desconfianza.
Según el texto de marras, la Consultora Jacqueline Mederos apuntó sobre este periodista: “paciente de 57 años de edad (ahora 58) con APP de padecer poliomielitis aguda en los años 50 y que dejó como secuela debilidad y atrofia muscular en el miembro inferior derecho. Cuya progresión fue mayor con el transcurso de los años y una marcada disminución de la fuerza muscular, fasciculaciones generalizadas  y fatiga…por lo que se le diagnostica un síndrome post-polio y comienza a recibir tratamiento con bromhidrato de galantamina 5 mg, mejorando la crisis con este tratamiento. Ahora presenta una exacerbación de la crisis y se solicita por 232 este fármaco”. Bromhidrato de Galantamina es el nombre científico del Nivalín o Galantamina, ambos títulos comerciales del medicamento.
 Observación primera: se reconoce que con el uso del Nivalín mi patología mejoró, para al final apuntar que “el tratamiento con anticolinesterásicos (Nivalín lo es) ha tenido éxito en sólo la mitad de los casos, esta baja tasa de éxito ha sido atribuida a la variedad de defectos en unión neuromuscular presentes en el síndrome postpolio”. O sea,  se pasa por encima de la evidencia reconocida en MI PERSONA,  y se me niega el derecho a pertenecer a esa  mitad en la cual se han reportado logros, cuando  en Medicina es axioma que no existen enfermedades, sino pacientes. 
  Observación segunda: ni un aval de CIENCIA CONSTITUÍDA. Ejemplo mayor es la mención como supuesta alternativa de  la amantadina, sobre la cual se expresa que “…puede actuar por medio de la liberación de dopamina de las terminales dopaminergéticos y otros lugares centrales. Se ha estudiado en EC (supongo quiere decir estudio clínico) de 23 pacientes”.
   Mederos parece ignorar, entre otras investigaciones consultables en Internet, el Informe de Situación Sobre el Síndrome Post-Polio del prestigioso Instituto de Salud Carlos III, de España, el cual  concluyó en el 2007 que “En diversos estudios clínicos, alguno de ellos controlados, se ha estudiado el efecto de fármacos como la amantadina, piridostigmina, esteroides, hormona de crecimiento, Igf-1 y amitriptilina sobre la debilidad y fatiga en el SPP (Síndrome Post-Polio) pero ninguno de ellos ha demostrado beneficios clínicos sustanciales”.
Continuara......,

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